jueves, 12 de marzo de 2020

CONTENIDOS CONTROL MOTIVACIÓN Y PERSONALIDAD

LA MOTIVACIÓN
La motivación es el móvil que inicia, mantiene y dirige la acción de un sujeto para lograr determinados objetivos. En el lenguaje común suele expresarse de diversas formas: amor propio, espíritu de lucha o fuerza de voluntad.

Características de la motivación
La motivación es un constructo psicológico que no podemos observar, aunque podemos reconocerlo a través de sus manifestaciones externas. Es el proceso que explica la intensidad, la dirección y persistencia del esfuerzo de un individuo para alcanzar una meta.
Para definir mejor el proceso de motivación podemos señalar algunas características de la conducta motivada:
·         Es propositiva: está orientada y dirigida a una meta que el individuo quiere alcanzar.
·         Es fuerte y persistente: los individuos gastan cantidad de energía para lograr el objetivo que se proponen y superar los obstáculos descubiertos en su camino.
·         Los motivos están organizados jerárquicamente.

·         ¿Podemos conseguir que los adolescentes se esfuercen en adquirir nuevos conocimientos y superen la desilusión y la apatía? Los jóvenes deben cultivar su fortaleza mental para alcanzar la autorrealización personal: llegar a ser lo que uno puede ser.
·         Los motivos pueden ser comprensibles o inexplicables, conscientes o inconscientes. No siempre somos conscientes de la motivación de nuestra conducta.
·         Las necesidades y los motivos son diferentes. Las necesidades son carencias del organismo producto de ciertos estados de privación.
·         Los motivos pueden ser intrínsecos o extrínsecos
·         La motivación extrínseca viene de fuera, de alguien capacitado para generar esa motivación. La conducta motivada por refuerzos externos no tiene interés por sí misma, sino por la recompensa externa que se asocia a ella. En cambio, la motivación intrínseca la ejecuta el individuo cuando lo desea. Una persona con motivación intrínseca posee una fuerza interior que le impulsa a dominar la situación y tener éxito.
·         El ser humano nunca está satisfecho, siempre está deseando cosas nuevas.


Clasificación de los motivos

 Los motivos sociales fundamentales son:

·         Motivación de logro. Consiste en el impulso de superación en relación con un criterio de excelencia establecido. Es la tendencia a realizar una tarea por la satisfacción de hacerla y desarrollar las capacidades personales (sentimiento de competencia). Las personas con alta motivación de logro poseen estas características: son innovadoras y emprendedoras, buscan la excelencia o el éxito profesional confiando en su esfuerzo y son persistentes para alcanzar sus objetivos.
·         Motivación de afiliación. Es el interés por establecer o mantener una relación afectiva positiva con muchas personas. Habitualmente, estas personas buscan el contacto social, suelen participar en grupos pequeños o grandes y no les agrada estar solos.
·         Motivación de poder. Es el deseo de hacer que el mundo material y social se ajuste al plan personal que uno tiene. Las personas que buscan el poder se caracterizan por influir en los demás, alcanzar prestigio y estatus, y el control institucional, social o grupal. Estas personas suelen ser asertivas, competitivas y agresivas, utilizan a los demás en su propio beneficio y se preocupan de proyectar una imagen de dominio y control sobre los demás.
·         La teoría humanista de A. Maslow
·         Abraham Maslow analiza la motivación en el contexto de una teoría de la personalidad, que él denominó «el hombre autorrealizado». Maslow sostiene que es absurdo aplicar al hombre los datos obtenidos en el estudio de los animales y que las necesidades fisiológicas no son un modelo para las necesidades humanas superiores.

·         Los seres humanos no son víctimas de la vida o juguetes del destino, y deben desarrollarse al ritmo de sus necesidades. Maslow establece una organización jerárquica de los diferentes motivos humanos, una pirámide que consta de cinco niveles.
·         Los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como necesidades de carencia, y el nivel superior es la necesidad de crecimiento personal. En la base de la pirámide se encuentran las necesidades fisiológicas (agua, alimento, sueño y sexo); el segundo nivel corresponde a las necesidades de seguridad (sentirse seguro, evitar el dolor y el malestar). La satisfacción de estas necesidades permitirá acceder al tercer nivel, que son las necesidades de pertenencia (ser aceptado por otros, amor, intimidad).
·         La satisfacción de las necesidades básicas permite el desarrollo de motivos superiores: necesidad de saber y explorar, y necesidades estéticas (simetría, orden y belleza). La cúspide de la pirámide está representada por la tendencia a la autorrealización de la persona.
·         LA FRUSTRACIÓN
La frustración es una experiencia emocional desagradable, inducida por la retirada de recompensas, y produce tristeza, decepción y rabia. También implica una desorganización de la conducta: uno no sabe a qué atenerse o reacciona de forma incontrolada.
La frustración está originada por varias causas:
·         Insuficiencias físicas o psicológicas: una persona quiere jugar al baloncesto y no tiene la estatura suficiente; Juan quiere salir con Beatriz y nunca se lo dice.
·         Obstáculos físicos: «ya han cerrado el hipermercado»; o sociales: «prohibida la entrada a esta discoteca».
·         Demora en el reforzamiento: vas a entregar la solicitud de la beca y te dicen «vuelva usted mañana».
·         Extinción del reforzamiento: Ana está bailando en la discoteca con Alberto, y le abandona en cuanto aparece Javier.
·         Conflictos: Existen varios motivos incompatibles que interfieren en la conducta del sujeto, que expresa no saber qué hacer.


Mecanismos de defensa del YO


1.    Aislamiento afectivo. Se huye del conflicto separando las ideas de los afectos. Ejemplo: un estudiante de biología sacrifica a un animal sin preocuparse por su derecho a la vida o su estado emocional.
2.    Compensación. Consiste en contrarrestar una debilidad real o imaginaria buscando sobresalir en otra actividad. Ejemplo: una persona poco atractiva físicamente que desarrolla habilidades musicales extraordinarias.
3.    Desplazamiento. Significa descargar sentimientos hostiles sobre personas u objetos que no suscitaron las emociones. Ejemplo: un padre que pega a su hijo porque ha reñido con su mujer.
4.    Fantasía. Supone realizar con la imaginación aquello que no podemos conseguir en la realidad. Un joven tímido puede imaginarse a sí mismo plantando cara a sus amigos.
5.    Identificación. Es la tendencia a incorporar al yo las cualidades de otros. Es una necesidad evolutiva de los niños, que se apropian de cualidades de las personas que admiran. La identificación es positiva si proporciona nuevos ideales y negativa si es exagerada, si alguien se cree Napoleón.
6.    Formación reactiva. Consiste en adoptar o expresar sentimientos contrarios a los verdaderos. Un joven afirma «no me volveré a enamorar jamás» y se presenta ante los demás con una «coraza» para proteger su vulnerabilidad y evitar nuevos daños.
7.    Negación. Se trata de ignorar las realidades desagradables y así no enfrentarse a ellas. Por ejemplo, preocuparse demasiado por el trabajo para olvidar los problemas personales. Ya lo dice el refranero: «no hay peor ciego que el que no quiere ver».
8.    Proyección. Consiste en atribuir nuestros defectos o faltas, los pensamientos o deseos inaceptables a otros. Pensamos que nuestra pareja nos puede ser infiel, porque nosotros lo hemos sido o deseamos serlo. Ejemplo: el refrán «piensa el ladrón que todos son de su condición».
9.    Racionalización. Este mecanismo se usa para justificar las ideas o conductas propias ante el temor de que no sean aceptadas por los demás. Es el caso del estudiante que recibe un suspenso y dice a su familia que «el profesor me tiene manía». La invención de excusas para explicar el propio comportamiento es una tendencia natural de los seres humanos.
10.  Regresión. Significa volver a una fase anterior del desarrollo ante situaciones de estrés o ansiedad. A veces, un niño al nacer su hermano se comporta como si fuese más pequeño para recibir más afecto de sus padres.
11.  Represión. Consiste en impedir que pensamientos y sentimientos dolorosos o peligrosos, que generan ansiedad, entren en la conciencia, como tener el deseo de herir a otra persona.
12.  Sublimación. Según Freud, muchos impulsos (agresivos y sexuales) considerados inaceptables por el sujeto son desviados hacia actividades «superiores» o sublimes: actividades artísticas, intelectuales o de ayuda social. El deseo sexual puede sublimarse escribiendo poemas de amor.

Causas y consecuencias del estrés
El estrés surge cuando el organismo realiza un sobreesfuerzo para contrarrestar el desequilibrio inducido por alguna amenaza que altera su normal funcionamiento. El estrés se activa por varias causas y produce diversas consecuencias.
Las personas que resisten el estrés se caracterizan por tener: alta autoestima y control emocional, un estilo de vida equilibrado y una vida social estimulante, unos criterios morales sólidos y una actitud positiva ante la vida. Estos atributos les permiten afrontar los sucesos negativos, superar las adversidades y aprender de las experiencias dolorosas, sin renunciar a sus metas vitales.
Causas
Cualquier situación con estas características puede originar estrés:
·         Incertidumbre: alguien no sabe qué pasará en el futuro, y sospecha que puede existir algún peligro, por ejemplo, cuando un médico dice a su paciente que existe un 50 % de posibilidades de que el tumor extirpado se reproduzca.
·         Cambio: adaptarse a una nueva situación, como cambiar de ciudad.
·         Falta de información: sentirse indefenso y no saber qué hacer, si trabajar o ir a la universidad.
·         Sobrecarga de los canales de procesamiento: no podemos controlar toda la información que nos llega, debido a las diversas actividades que realizamos.
·         Falta de conductas o habilidades para afrontar y manejar una situación imprevista, como tener una enfermedad crónica.
Consecuencias
El estrés puede cambiar la homeostasis corporal, el estado emocional de la persona o su actividad cognitiva y desencadenar alteraciones fisiológicas, cognitivas o emocionales:
·         Alteración fisiológica: el estrés produce hiperactividad del sistema nervioso.
·         Alteración emocional: sensaciones de irritabilidad, culpabilidad, ansiedad y depresión.
·         Alteración cognitiva: disminuye la atención a la tarea que se lleva a cabo, la memoria se vuelve olvidadiza, los pensamientos se tiñen con evaluaciones negativas y afecta a las decisiones que se toman.
·         La vulnerabilidad al estrés varía de un individuo a otro. Ahora sabemos que si una persona se ve obligada a afrontar agresiones crónicas puede adquirir progresivamente esta debilidad.

Estrategias del afrontamiento del estrés
Las estrategias para afrontar el estrés consisten en prevenir o controlar las demandas internas o procedentes del entorno social. Cuando la situación que nos genera estrés es inevitable, como un examen o una lesión, el desafío consiste en hacer frente a la situación de manera eficaz.
Hay algunas estrategias que pueden ayudarte a hacer frente a situaciones estresantes:

1.    Relajación. Realiza actividades que permitan renovarte física y psicológicamente: vacaciones, actividades de ocio, deportes y técnicas de relajación (yoga o meditación).
2.    Ejercicio físico. Ciertas actividades, como caminar o nadar, reparan nuestras fuerzas y nos reaniman.
3.    Dieta saludable. Evita la automedicación y el abuso de alcohol y drogas.
4.    Cuida tus pensamientos, sé asertivo y organiza tu tiempo. Establece límites, aprende a decir que «no» y no te dejes influir por el «qué dirán».
5.    Procura tener expectativas realistas y no trates de ser perfecto.
6.    Aprende a evaluar las situaciones con calma, a pensar en las opciones que tienes y a enfrentarte a los problemas.
7.    Comparte tus emociones con la familia y los amigos, tanto las alegrías como las penas.
8.    Anticipa las situaciones estresantes y busca apoyo social de otras personas que estén en la misma situación.
9.    Procura ver los cambios como retos positivos y no como amenazas.
10.  Cultiva el sentido del humor. No te preocupes por las cosas que no puedes controlar, como el clima.




TEMA 11. LA PERSONALIDAD

Temperamento, carácter y personalidad
El temperamento consiste en nuestra herencia biológica, representa la influencia de la naturaleza física codificada y, por tanto, difícil de cambiar o modificar. El carácter es el conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento que se han adquirido durante la vida. Es nuestro estilo de comportamiento y supone un cierto grado de conformidad con las normas sociales.
La personalidad es la conjunción del temperamento y el carácter en una única estructura y consiste en un conjunto de características psicológicas que expresamos en todos nuestros actos.

Teoría psicoanalítica
Teoría de los rasgos
Teoría humanista
Teoría conducista
Autores
S. Freud y E. Erikson
H. Eysenck y R. McCrae
C. Rogers y A. Maslow
J. Rotter y A. Bandura
Visión de la naturaleza humana
Negativa
Neutral
Positiva
Neutral
Motivos principales
Sexo y agresión
Depende de los rasgos personales
Autorrealiza-ción
Estímulos de todas clases
Estructura de la personalidad
Ello, Yo y Superyó
Rasgos
Sí mismo
Hábitos
Función del inconsciente
Máxima
Mínima
Mínima
Práctica-mente inexistente
El comportamiento, ¿es libre o está determinado?
Determinado
Determinado
Elección libre
Determinado
Énfasis en el desarrollo
Etapas psicosexuales
Efectos combinados de la herencia y el ambiente
Desarrollo de la imagen de sí mismo
Aprendizaje crítico, situaciones, imitación e identificación
Obstáculos para el crecimiento personal
Conflictos entre el Ello, el Yo y el Superyó
Rasgos enfermizos inconscientes, fijaciones
Incongruencias y distorsiones
Hábitos inadaptados, ambiente perjudicial
Tabla 11.1 Comparación entre las teorías de la personalidad.


El psicoanálisis de Freud
Los postulados básicos del psicoanálisis sobre la personalidad son:
·         La personalidad es como un iceberg, con una pequeña parte visible encima de la superficie. La parte que sobresale es el consciente, y la sumergida, el inconsciente. El inconsciente es dinámico y ejerce presiones e influencias sobre lo que una persona piensa y hace.
·         La personalidad es fruto de la interacción de fuerzas y mecanismos intrapsíquicos, y el impulso sexual (libido) desempeña un papel relevante en su organización y desarrollo.
·         La infancia es un periodo muy significativo en el desarrollo de la personalidad. Freud estableció varias etapas del desarrollo psicosexual o libidinal: oral, anal, fálica y genital, en las que diferentes zonas erógenas son la fuente de placer.
·         La terapia se basa en la asociación libre, que consiste en dejar al paciente que exprese lo primero que acuda a su mente y así pueda recuperar y liberarse de recuerdos y experiencias dolorosas, originados en la infancia. Si expone el drama de su propia vida, el paciente puede terminar aceptando su propio «yo».

A.Descubrimiento del inconsciente

En su investigación durante la terapia, Freud advirtió que los pacientes ignoran las causas de sus traumas y que algunos fenómenos mentales permanecen ocultos para su protagonista. A partir de esta búsqueda, Freud establece distintos niveles de conciencia:
·         El nivel consciente está formado por percepciones, pensamientos y recuerdos de los que somos conscientes en todo momento. Esta instancia psíquica se rige por el «principio de realidad».
·         El preconsciente está constituido por pensamientos, recuerdos y aprendizajes no conscientes, a los que podemos acceder con facilidad.
·         El inconsciente está compuesto de experiencias desagradables y peligrosas que han sido reprimidas, rara vez acceden a la conciencia y cuando lo hacen es de forma encubierta o simbólica. El inconsciente, según Freud, es dinámico y se basa en el «principio de placer». En él pueden permanecer acontecimientos que corresponden a distintas etapas de la vida.

.Estructura de la personalidad


Freud consideró que la personalidad humana está integrada por tres instancias psíquicas conflictivas entre sí y que determinan toda la vida psicológica del individuo. Son el Ello, el Yo y el Superyó.
·         Ello. Es la parte más primitiva de la mente humana y consiste en la energía psíquica que trata de satisfacer los impulsos inconscientes de supervivencia, reproducción y agresión, que requieren una satisfacción inmediata.
·         Yo. Es la instancia racional y realista de la personalidad que surge a partir del Ello y está formada por elementos conscientes (percepción, procesos intelectuales) e inconscientes (los mecanismos de defensa). Su función es la conservación del individuo y le permite adaptarse a las normas sociales del mundo externo, opuestas a las demandas pulsionales del Ello.
·         Superyó. Surge a partir del Yo en un proceso de interiorización de las normas sociales y culturales. La necesidad de afecto y reconocimiento y el miedo al castigo obligan al niño a aceptar las normas paternas y las normas sociales que este encarna, en contra de sus íntimos deseos.

2.3. Teoría de los rasgos y los tipos

 Modelo jerárquico de personalidad con cuatro niveles de comportamiento:
·         Respuestas específicas. Son conductas que ocurren una vez, como madrugar.
·         Respuestas habituales. Son conductas regulares de una persona, como salir de fiesta los fines de semana.
·         Rasgos primarios. Son respuestas habituales que se relacionan entre sí hasta formar un grupo que define un rasgo; por ejemplo, la sociabilidad o la impulsividad.
·         Macrorrasgos. Es la organización de los rasgos de forma estable y con capacidad para hacer predicciones de conducta. Eysenck propuso tres variables tipológicas: extroversión, neuroticismo y psicoticismo.

Las dimensiones de la personalidad


La organización psicológica propuesta por Eysenck es de tipo dimensional, no categorial, es decir, una persona no pertenece a una u otra tipología, sino que tiene puntuaciones propias en cada una de las dimensiones tipológicas:
·         Extroversión versus introversión. Refleja el grado en que una persona es sociable y participativa en su relación con los demás. A las personas extrovertidas les gustan las fiestas, tener muchos amigos y relaciones personales despreocupadas.
·         Estabilidad emocional versus inestabilidad. Se refiere a la adaptación del individuo a su ambiente. En un extremo del continuo encontramos personas tranquilas, sin preocupaciones y con emociones estables, y en el otro se encuentran los individuos ansiosos, con mal humor e inestabilidad emocional (neuróticos).
·         Psicoticismo. Este factor corresponde a un individuo solitario e inseguro, despreocupado de los demás, que puede llegar a ser insensible e inhumano. En este tipo de rasgo se pueden incluir conductas antisociales y excéntricas.

Los «cinco grandes» rasgos de la personalidad

Las cinco dimensiones básicas de la personalidad son:
·         Neuroticismo/Estabilidad emocional. Expone el grado en que una persona manifiesta ansiedad, es incapaz de controlar sus impulsos y experimenta emociones negativas, como la tristeza, la culpa o el resentimiento. Los neuróticos se suelen quejar de todo aunque no les suceda nada grave. En cambio, las personas con estabilidad emocional viven tranquilas y nada altera su equilibrio emocional. Son personas resistentes al estrés y seguras de sí mismas.
·         Extroversión/Introversión. Los extrovertidos son personas amistosas y afectuosas, a quienes les agrada divertirse y tener muchas relaciones sociales. Los introvertidos son personas reservadas, a quienes les gustar estar a solas y volcarse en su vida interior.
·         Amabilidad. Describe en qué medida las personas son afables o irritables, confiadas o desconfiadas y envidiosas. Este rasgo refleja la tendencia de los seres humanos a tener unas relaciones amistosas u hostiles.
·         Responsabilidad. Es la capacidad de controlar los impulsos y la voluntad de imponerse unas metas y objetivos. Las personas con alta puntuación en este rasgo son responsables, honestas, con principios morales y alta motivación de logro.
·         Apertura a la experiencia. Describe en qué medida las personas son curiosas, imaginativas y creativas, valoran las artes y la cultura; o, por el contrario, son conformistas, carentes de imaginación y sin interés por tener nuevas experiencias.


La teoría humanista de C. Rogers

La psicología humanista sostiene que la vida es un proceso dinámico y cada persona puede desarrollar sus competencias personales e interpersonales. Una persona integral asume su experiencia con sus capacidades y limitaciones y tiene estas características: deja de utilizar fachadas externas, renuncia a las obligaciones sociales no asumidas, su objetivo no es satisfacer a los demás, acepta a los demás con sus limitaciones y tiene coherencia interna y un proyecto vital.
Rogers reconoció que la conducta de la persona está condicionada por su constitución biológica, las fuerzas sociales y las experiencias pasadas, pero además defendió la libertad personal: «Yo soy el único responsable de mis propias acciones y sus consecuencias»
El concepto de sí mismo es crucial en la teoría de Rogers. Consiste en la configuración organizada de percepciones conscientes, valores e ideales que conforman la imagen personal. La función del sí mismo es simbolizar la experiencia, tomar conciencia de la realidad. El sí mismo real (o autoconcepto), cómo somos en realidad, es diferente del sí mismo ideal, aquello que nos gustaría ser.

La teoría del aprendizaje social

A. Bandura reconoce la importancia del ambiente social para el desarrollo de la personalidad y es partidario del determinismo recíproco, es decir, que el mundo y el comportamiento de una persona se condicionan mutuamente.
Bandura considera que la personalidad es una interacción de tres elementos: el ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de las personas (imaginación y lenguaje). Y señala que la personalidad depende de los modelos que vemos y de lo que otros afirman sobre el modo de ser social.
Rotter introduce en la psicología de la personalidad cuatro conceptos relevantes: el «potencial conductual», el «valor del refuerzo», las «expectativas» y la «situación psicológica».
El potencial conductual (PC) es la probabilidad de que una conducta específica suceda en una situación determinada. Para Rotter, la conducta engloba distintas respuestas, como movimientos, expresiones verbales o reacciones cognitivas y emocionales. El potencial conductual surge en función de la expectativa del refuerzo que seguirá a la conducta y del valor del refuerzo que tenga para el sujeto. Podemos predecir la conducta si multiplicamos la expectativa de la recompensa por su valor.
El valor del refuerzo (VR) es la preferencia subjetiva que mostramos por ciertos refuerzos frente a otros. Si ayudamos a pintar la casa de nuestro vecino, podemos conformarnos con su agradecimiento verbal o exigir una recompensa monetaria.

La expectativa (E) es la probabilidad de obtener un refuerzo realizando una conducta determinada. Las expectativas se basan en la experiencia previa de cada sujeto y destacan dos tipos:
·         Expectativa interna: creer que la obtención de metas y objetivos depende de las propias acciones.
·         Expectativa externa: creer que los acontecimientos están fuera de nuestro control. Si una persona cree que no hay conexión entre su conducta y la recompensa, no se esforzará por conseguirla.
La situación psicológica depende de cómo cada persona percibe e interpreta la etapa que vive. La importancia de la situación queda plasmada por la capacidad del individuo para adaptarse a los cambios ambientales, discriminar unas circunstancias de otras y evaluar las consecuencias de sus actos.

Evaluación de la personalidad

La evaluación de la personalidad consiste en estimar qué tipo de características, rasgos o formas de ser posee un individuo, valorar si esos rasgos le hacen apto o no para realizar ciertos trabajos, o para hacer un diagnóstico, conocer si una persona es obsesiva o narcisista.

Los psicólogos analizan la personalidad por diversos motivos: saber cómo son las personas para establecer diferencias individuales y para realizar un estudio terapéutico en la investigación de la personalidad. Los procedimientos más extendidos en la evaluación de la personalidad son las pruebas verbales, las entrevistas, los cuestionarios o las escalas.
Tradicionalmente los psicólogos de la personalidad han seguido dos enfoques:
·         El enfoque clínico es cualitativo, utiliza pruebas proyectivas y formula hipótesis sobre la estructura y los procesos de personalidad. Los cuestionarios clínicos no deben ser utilizados para la selección de personal.
·         El enfoque psicométrico es, en cambio, cuantitativo, utiliza cuestionarios y mide las dimensiones de la personalidad con más objetividad. La evaluación de la personalidad se realiza para establecer las diferencias individuales en un determinado grupo.
Los psicólogos disponen de diversos métodos de evaluación de la personalidad:

1.    Observación directa. Consiste en recoger información y registrar, de forma sistemática y estructurada, la ocurrencia y duración de las conductas espontáneas de algunas personas.
2.    Entrevista clínica. Es un método que nos permite conocer la experiencia subjetiva de las personas. Existen entrevistas estructuradas con un guion previo y no estructuradas, y ambas son utilizadas en la psicoterapia.
3.    Cuestionarios de personalidad. En estos cuestionarios la persona contesta a múltiples ítems y selecciona una respuesta a cada ítem entre varias.
4.    Test proyectivos. Es una prueba de carácter abierto, en la que el sujeto, a partir de dibujos, manchas de tinta, palabras u objetos, narra sus historias e interpretaciones. Como los materiales de estas pruebas no tienen un significado preestablecido, se supone que cada uno proyecta sus necesidades, sentimientos y otros aspectos de su personalidad.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Theodore Millon y Roger Davis señalan tres criterios para diferenciar el funcionamiento de la persona con un trastorno de personalidad:
·         Presenta una estabilidad frágil o una incapacidad de adaptación en condiciones de estrés; provoca situaciones críticas y percibe la realidad social de forma distorsionada.
·         Es inflexible desde el punto de vista adaptativo. La persona normal es flexible respecto al papel que desempeña, sabe cuándo tomar la iniciativa y modificar el entorno.
·         Los repertorios patológicos que dominan su vida se repiten como círculos viciosos, lo que provoca nuevos problemas y la pérdida de oportunidades de mejorar.
¿Qué características comunes podemos atribuir a las alteraciones de personalidad?
Las más frecuentes son:
·         Surgen en todas las culturas y grupos sociales.
·         Son pautas de conducta limitadas y rígidas, que impiden nuevos aprendizajes.
·         Causan fragilidad emocional en situaciones estresantes.
·         No son desórdenes homogéneos. Cada narcisista, por ejemplo, muestra diferencias individuales respecto a su grupo.

Diferentes trastornos de la personalidad

Un trastorno de la personalidad aparece al final de la adolescencia o al comienzo de la vida adulta. El modelo de T. Millon define un trastorno en función de la presencia o ausencia de un grupo de rasgos. Es un patrón de conducta anormal que se extiende a un grupo de situaciones personales o sociales, produce un malestar significativo y suele ser de larga duración.

1.    Personalidad antisocial (antes psicópata). Se trata de un individuo frío, duro e insensible, ambicioso y agresivo, con baja tolerancia a la frustración. No se inhibe ante el peligro o el castigo. Descuida los derechos y el bienestar de los demás. Sus patrones cognitivos son rígidos e inflexibles, evita las emociones tiernas por considerarlas signos de debilidad.
2.    Personalidad narcisista. Es presuntuoso, esnob, mimado y explotador. Sobrevalora su importancia personal. Dirige sus afectos hacia sí mismo más que hacia otros. Espera que los demás reconozcan su valor único. Quiere ser el centro de atención, es emocionalmente frágil y se comporta de forma exhibicionista.
3.    Personalidad dependiente. Se caracteriza por la docilidad. Tiene sensación de falta de ayuda, de apoyo y de reafirmación, baja autoestima y sentimientos de inferioridad; prefiere abdicar de la propia responsabilidad y control en los demás. Cuando está solo, es incapaz de desarrollar una vida constructiva y presenta falta de habilidades para interactuar en su ambiente.
4.    Personalidad histriónica. Es superficial, caprichoso y sin empatía. Su conducta es dramática, exagerada y afectivamente frágil, y sus relaciones interpersonales se caracterizan por la inmadurez, la seducción y la manipulación.
5.    Personalidad pasiva-agresiva. Personalidad ambivalente y negativista. Tendencia a ser opositor, no complaciente, malhumorado, pesimista y quejica. Suele estar descontento y desmoralizar a los demás. El pasivo-agresivo muestra rápidos cambios de humor, y parece inquieto, inestable y errático en sus sentimientos.
6.    Personalidad obsesivo-compulsiva. Tiene tendencia a construir su mundo en términos de reglas y normas, esquemas y jerarquías. Se relaciona con los demás según su rango y estatus. Los valores convencionales son las reglas con las que vive. Es afectivamente reprimido, solemne y serio.
7.    Personalidad por evitación. Se caracteriza por sentimientos de aislamiento y soledad combinados con temor al rechazo y la humillación. Es hipersensible, posee baja autoestima y es reacio a entablar relaciones interpersonales.
8.    Personalidad esquizoide. Consiste en la incapacidad para percibir el humor o las necesidades de los demás. La persona esquizoide es insensible y poco comunicativa. Es impreciso sobre sus metas, indeciso en sus acciones, permanece absorto en sí mismo y está aislado socialmente. Trabaja calladamente y rara vez atrae la atención de quienes están en contacto con él.
9.    Personalidad esquizotípica. Tiene una conducta errática y parece excéntrico y extravagante en sus acciones. Prefiere el aislamiento social. Su estilo cognitivo es reflexivo y autista; es incapaz de orientar sus pensamientos de forma lógica. La expresión afectiva es apática e insensible y suele considerarse a sí mismo desamparado, vacío y sin sentido de la vida.
10.  Personalidad límite. Puede parecer impulsivo, desarrolla crisis espontáneas e inesperadas, por lo que su conducta es impredecible. Se comporta de forma paradójica, aunque necesita el afecto de los demás, actúa de forma manipuladora y variable.
11.  Personalidad paranoide. Es la tendencia a estar siempre en guardia y a desconfiar de los demás, combinada con el deseo de estar libre de relaciones personales íntimas, en las que exista una pérdida de poder, de independencia y autocontrol. La persona se vuelve suspicaz, resentida y hostil.



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