LA MOTIVACIÓN
La motivación es el móvil que inicia, mantiene y
dirige la acción de un sujeto para lograr determinados objetivos. En el
lenguaje común suele expresarse de diversas formas: amor propio, espíritu de
lucha o fuerza de voluntad.
Características de la motivación
La motivación es un
constructo psicológico que no podemos observar, aunque podemos reconocerlo a
través de sus manifestaciones externas. Es el proceso que explica la
intensidad, la dirección y persistencia del esfuerzo de un individuo para
alcanzar una meta.
Para definir mejor el
proceso de motivación podemos señalar algunas características de la conducta
motivada:
·
Es propositiva: está orientada y dirigida a una meta que el individuo
quiere alcanzar.
·
Es fuerte y persistente: los individuos gastan cantidad de energía para
lograr el objetivo que se proponen y superar los obstáculos descubiertos en su
camino.
·
Los motivos están organizados jerárquicamente.
·
¿Podemos conseguir que los adolescentes se esfuercen en adquirir nuevos
conocimientos y superen la desilusión y la apatía? Los jóvenes deben cultivar
su fortaleza mental para alcanzar la autorrealización personal: llegar a ser lo
que uno puede ser.
·
Los motivos pueden ser comprensibles o inexplicables, conscientes o
inconscientes. No siempre somos conscientes de la motivación de nuestra
conducta.
·
Las necesidades y los motivos son diferentes. Las necesidades son carencias
del organismo producto de ciertos estados de privación.
·
Los motivos pueden ser intrínsecos o extrínsecos
·
La motivación extrínseca viene de fuera, de alguien capacitado para generar
esa motivación. La conducta motivada por refuerzos externos no tiene interés
por sí misma, sino por la recompensa externa que se asocia a ella. En cambio,
la motivación intrínseca la ejecuta el individuo cuando lo desea. Una persona
con motivación intrínseca posee una fuerza interior que le impulsa a dominar la
situación y tener éxito.
·
El ser humano nunca está satisfecho, siempre está deseando cosas nuevas.
Clasificación de los motivos
Los motivos
sociales fundamentales son:
·
Motivación de logro. Consiste en el impulso de superación en relación
con un criterio de excelencia establecido. Es la tendencia a realizar una tarea
por la satisfacción de hacerla y desarrollar las capacidades personales
(sentimiento de competencia). Las personas con alta motivación de logro poseen
estas características: son innovadoras y emprendedoras, buscan la excelencia o
el éxito profesional confiando en su esfuerzo y son persistentes para alcanzar
sus objetivos.
·
Motivación de afiliación. Es el interés por establecer o mantener una
relación afectiva positiva con muchas personas. Habitualmente, estas personas
buscan el contacto social, suelen participar en grupos pequeños o grandes y no
les agrada estar solos.
·
Motivación de poder. Es el deseo de hacer que el mundo material y
social se ajuste al plan personal que uno tiene. Las personas que buscan el
poder se caracterizan por influir en los demás, alcanzar prestigio y estatus, y
el control institucional, social o grupal. Estas personas suelen ser asertivas,
competitivas y agresivas, utilizan a los demás en su propio beneficio y se
preocupan de proyectar una imagen de dominio y control sobre los demás.
·
La teoría humanista de A. Maslow
·
Abraham Maslow analiza la motivación en el contexto de una teoría de la
personalidad, que él denominó «el hombre autorrealizado». Maslow sostiene que
es absurdo aplicar al hombre los datos obtenidos en el estudio de los animales
y que las necesidades fisiológicas no son un modelo para las necesidades
humanas superiores.
·
Los seres humanos no son víctimas de la vida o juguetes del destino, y
deben desarrollarse al ritmo de sus necesidades. Maslow establece una
organización jerárquica de los diferentes motivos humanos, una pirámide que
consta de cinco niveles.
·
Los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como necesidades de
carencia, y el nivel superior es la necesidad de crecimiento personal. En la
base de la pirámide se encuentran las necesidades fisiológicas (agua,
alimento, sueño y sexo); el segundo nivel corresponde a las necesidades
de seguridad (sentirse seguro, evitar el dolor y el malestar). La
satisfacción de estas necesidades permitirá acceder al tercer nivel, que son
las necesidades de pertenencia (ser aceptado por otros, amor, intimidad).
·
La satisfacción de las necesidades básicas permite el desarrollo de motivos
superiores: necesidad de saber y explorar, y necesidades estéticas (simetría,
orden y belleza). La cúspide de la pirámide está representada por la tendencia
a la autorrealización de la persona.
·
LA FRUSTRACIÓN
La frustración es
una experiencia emocional desagradable, inducida por la retirada de recompensas,
y produce tristeza, decepción y rabia. También implica una desorganización de
la conducta: uno no sabe a qué atenerse o reacciona de forma incontrolada.
La frustración está
originada por varias causas:
·
Insuficiencias físicas o psicológicas: una persona quiere jugar al
baloncesto y no tiene la estatura suficiente; Juan quiere salir con Beatriz y
nunca se lo dice.
·
Obstáculos físicos: «ya han cerrado el hipermercado»; o sociales:
«prohibida la entrada a esta discoteca».
·
Demora en el reforzamiento: vas a entregar la solicitud de la beca y te
dicen «vuelva usted mañana».
·
Extinción del reforzamiento: Ana está bailando en la discoteca con Alberto,
y le abandona en cuanto aparece Javier.
·
Conflictos: Existen varios motivos incompatibles que interfieren en la
conducta del sujeto, que expresa no saber qué hacer.
Mecanismos de defensa del YO
1. Aislamiento afectivo. Se
huye del conflicto separando las ideas de los afectos. Ejemplo: un estudiante
de biología sacrifica a un animal sin preocuparse por su derecho a la vida o su
estado emocional.
2. Compensación. Consiste
en contrarrestar una debilidad real o imaginaria buscando sobresalir en otra
actividad. Ejemplo: una persona poco atractiva físicamente que desarrolla
habilidades musicales extraordinarias.
3. Desplazamiento. Significa
descargar sentimientos hostiles sobre personas u objetos que no suscitaron las
emociones. Ejemplo: un padre que pega a su hijo porque ha reñido con su mujer.
4. Fantasía. Supone
realizar con la imaginación aquello que no podemos conseguir en la realidad. Un
joven tímido puede imaginarse a sí mismo plantando cara a sus amigos.
5. Identificación. Es
la tendencia a incorporar al yo las cualidades de otros. Es una necesidad
evolutiva de los niños, que se apropian de cualidades de las personas que
admiran. La identificación es positiva si proporciona nuevos ideales y negativa
si es exagerada, si alguien se cree Napoleón.
6. Formación reactiva. Consiste
en adoptar o expresar sentimientos contrarios a los verdaderos. Un joven afirma
«no me volveré a enamorar jamás» y se presenta ante los demás con una «coraza»
para proteger su vulnerabilidad y evitar nuevos daños.
7. Negación. Se
trata de ignorar las realidades desagradables y así no enfrentarse a ellas. Por
ejemplo, preocuparse demasiado por el trabajo para olvidar los problemas
personales. Ya lo dice el refranero: «no hay peor ciego que el que no quiere
ver».
8. Proyección. Consiste
en atribuir nuestros defectos o faltas, los pensamientos o deseos inaceptables
a otros. Pensamos que nuestra pareja nos puede ser infiel, porque nosotros lo
hemos sido o deseamos serlo. Ejemplo: el refrán «piensa el ladrón que todos son
de su condición».
9. Racionalización. Este
mecanismo se usa para justificar las ideas o conductas propias ante el temor de
que no sean aceptadas por los demás. Es el caso del estudiante que recibe un
suspenso y dice a su familia que «el profesor me tiene manía». La invención de
excusas para explicar el propio comportamiento es una tendencia natural de los
seres humanos.
10. Regresión. Significa
volver a una fase anterior del desarrollo ante situaciones de estrés o
ansiedad. A veces, un niño al nacer su hermano se comporta como si fuese más
pequeño para recibir más afecto de sus padres.
11. Represión. Consiste
en impedir que pensamientos y sentimientos dolorosos o peligrosos, que generan
ansiedad, entren en la conciencia, como tener el deseo de herir a otra persona.
12. Sublimación. Según
Freud, muchos impulsos (agresivos y sexuales) considerados inaceptables por el
sujeto son desviados hacia actividades «superiores» o sublimes: actividades
artísticas, intelectuales o de ayuda social. El deseo sexual puede sublimarse
escribiendo poemas de amor.
Causas y consecuencias del estrés
El estrés surge cuando
el organismo realiza un sobreesfuerzo para contrarrestar el desequilibrio
inducido por alguna amenaza que altera su normal funcionamiento. El estrés se
activa por varias causas y produce diversas consecuencias.
Las personas que
resisten el estrés se caracterizan por tener: alta autoestima y control
emocional, un estilo de vida equilibrado y una vida social estimulante, unos
criterios morales sólidos y una actitud positiva ante la vida. Estos atributos
les permiten afrontar los sucesos negativos, superar las adversidades y
aprender de las experiencias dolorosas, sin renunciar a sus metas vitales.
Causas
Cualquier situación
con estas características puede originar estrés:
·
Incertidumbre: alguien no sabe qué pasará en el futuro, y sospecha que
puede existir algún peligro, por ejemplo, cuando un médico dice a su paciente
que existe un 50 % de posibilidades de que el tumor extirpado se reproduzca.
·
Cambio: adaptarse a una nueva situación, como cambiar de ciudad.
·
Falta de información: sentirse indefenso y no saber qué hacer, si trabajar
o ir a la universidad.
·
Sobrecarga de los canales de procesamiento: no podemos controlar toda la
información que nos llega, debido a las diversas actividades que realizamos.
·
Falta de conductas o habilidades para afrontar y manejar una situación
imprevista, como tener una enfermedad crónica.
Consecuencias
El estrés puede
cambiar la homeostasis corporal, el estado emocional de la persona o su
actividad cognitiva y desencadenar alteraciones fisiológicas, cognitivas o
emocionales:
·
Alteración fisiológica: el estrés produce hiperactividad del sistema
nervioso.
·
Alteración emocional: sensaciones de irritabilidad, culpabilidad, ansiedad
y depresión.
·
Alteración cognitiva: disminuye la atención a la tarea que se lleva a cabo,
la memoria se vuelve olvidadiza, los pensamientos se tiñen con evaluaciones
negativas y afecta a las decisiones que se toman.
·
La vulnerabilidad al estrés varía de un individuo a otro. Ahora sabemos que
si una persona se ve obligada a afrontar agresiones crónicas puede adquirir
progresivamente esta debilidad.
Estrategias del afrontamiento del estrés
Las estrategias para
afrontar el estrés consisten en prevenir o controlar las demandas internas o
procedentes del entorno social. Cuando la situación que nos genera estrés es
inevitable, como un examen o una lesión, el desafío consiste en hacer frente a
la situación de manera eficaz.
Hay algunas
estrategias que pueden ayudarte a hacer frente a situaciones estresantes:
1. Relajación. Realiza
actividades que permitan renovarte física y psicológicamente: vacaciones,
actividades de ocio, deportes y técnicas de relajación (yoga o meditación).
2. Ejercicio físico.
Ciertas actividades, como caminar o nadar, reparan nuestras fuerzas y nos
reaniman.
3. Dieta saludable. Evita
la automedicación y el abuso de alcohol y drogas.
4. Cuida tus
pensamientos, sé asertivo y organiza tu tiempo. Establece límites, aprende a
decir que «no» y no te dejes influir por el «qué dirán».
5. Procura tener
expectativas realistas y no trates de ser perfecto.
6. Aprende a evaluar las
situaciones con calma, a pensar en las opciones que tienes y a enfrentarte a
los problemas.
7. Comparte tus emociones
con la familia y los amigos, tanto las alegrías como las penas.
8. Anticipa las
situaciones estresantes y busca apoyo social de otras personas que estén en la
misma situación.
9. Procura ver los
cambios como retos positivos y no como amenazas.
10. Cultiva el sentido del
humor. No te preocupes por las cosas que no puedes controlar, como el clima.
TEMA 11. LA
PERSONALIDAD
Temperamento, carácter
y personalidad
El temperamento consiste en nuestra herencia
biológica, representa la influencia de la naturaleza física codificada y, por
tanto, difícil de cambiar o modificar. El carácter es el conjunto de
reacciones y hábitos de comportamiento que se han adquirido durante la vida. Es
nuestro estilo de comportamiento y supone un cierto grado de conformidad con
las normas sociales.
La personalidad es la conjunción del temperamento
y el carácter en una única estructura y consiste en un conjunto de
características psicológicas que expresamos en todos nuestros actos.
|
Teoría psicoanalítica
|
Teoría de los rasgos
|
Teoría humanista
|
Teoría conducista
|
Autores
|
S. Freud y E. Erikson
|
H. Eysenck y R. McCrae
|
C. Rogers y A. Maslow
|
J. Rotter y A. Bandura
|
Visión de la naturaleza humana
|
Negativa
|
Neutral
|
Positiva
|
Neutral
|
Motivos principales
|
Sexo y agresión
|
Depende de los rasgos personales
|
Autorrealiza-ción
|
Estímulos de todas clases
|
Estructura de la personalidad
|
Ello, Yo y Superyó
|
Rasgos
|
Sí mismo
|
Hábitos
|
Función del inconsciente
|
Máxima
|
Mínima
|
Mínima
|
Práctica-mente inexistente
|
El comportamiento, ¿es libre o
está determinado?
|
Determinado
|
Determinado
|
Elección libre
|
Determinado
|
Énfasis en el desarrollo
|
Etapas psicosexuales
|
Efectos combinados de la herencia
y el ambiente
|
Desarrollo de la imagen de sí
mismo
|
Aprendizaje crítico, situaciones,
imitación e identificación
|
Obstáculos para el crecimiento
personal
|
Conflictos entre el Ello, el Yo y
el Superyó
|
Rasgos enfermizos inconscientes,
fijaciones
|
Incongruencias y distorsiones
|
Hábitos inadaptados, ambiente
perjudicial
|
Tabla 11.1 Comparación entre las
teorías de la personalidad.
El psicoanálisis de Freud
Los postulados
básicos del psicoanálisis sobre la personalidad son:
·
La personalidad es como un iceberg, con una pequeña parte visible encima de
la superficie. La parte que sobresale es el consciente, y la sumergida, el
inconsciente. El inconsciente es dinámico y ejerce presiones e influencias
sobre lo que una persona piensa y hace.
·
La personalidad es fruto de la interacción de fuerzas y mecanismos
intrapsíquicos, y el impulso sexual (libido) desempeña un papel relevante en su
organización y desarrollo.
·
La infancia es un periodo muy significativo en el desarrollo de la
personalidad. Freud estableció varias etapas del desarrollo psicosexual o
libidinal: oral, anal, fálica y genital, en las que diferentes zonas erógenas
son la fuente de placer.
·
La terapia se basa en la asociación libre, que consiste en dejar al
paciente que exprese lo primero que acuda a su mente y así pueda recuperar y
liberarse de recuerdos y experiencias dolorosas, originados en la infancia. Si
expone el drama de su propia vida, el paciente puede terminar aceptando su
propio «yo».
A.Descubrimiento
del inconsciente
En su investigación durante la terapia,
Freud advirtió que los pacientes ignoran las causas de sus traumas y que
algunos fenómenos mentales permanecen ocultos para su protagonista. A partir de
esta búsqueda, Freud establece distintos niveles de conciencia:
·
El nivel
consciente está formado por percepciones, pensamientos y
recuerdos de los que somos conscientes en todo momento. Esta instancia psíquica
se rige por el «principio de realidad».
·
El preconsciente está
constituido por pensamientos, recuerdos y aprendizajes no conscientes, a los
que podemos acceder con facilidad.
·
El inconsciente está
compuesto de experiencias desagradables y peligrosas que han sido reprimidas,
rara vez acceden a la conciencia y cuando lo hacen es de forma encubierta o
simbólica. El inconsciente, según Freud, es dinámico y se basa en el «principio
de placer». En él pueden permanecer acontecimientos que corresponden a
distintas etapas de la vida.
.Estructura
de la personalidad
Freud consideró que la personalidad humana está
integrada por tres instancias psíquicas conflictivas entre sí y que determinan
toda la vida psicológica del individuo. Son el Ello, el Yo y el Superyó.
·
Ello. Es
la parte más primitiva de la mente humana y consiste en la energía psíquica que
trata de satisfacer los impulsos inconscientes de supervivencia, reproducción y
agresión, que requieren una satisfacción inmediata.
·
Yo. Es
la instancia racional y realista de la personalidad que surge a partir del Ello
y está formada por elementos conscientes (percepción, procesos intelectuales) e
inconscientes (los mecanismos de defensa). Su función es la conservación del
individuo y le permite adaptarse a las normas sociales del mundo externo,
opuestas a las demandas pulsionales del Ello.
·
Superyó. Surge
a partir del Yo en un proceso de interiorización de las normas sociales y
culturales. La necesidad de afecto y reconocimiento y el miedo al castigo
obligan al niño a aceptar las normas paternas y las normas sociales que este
encarna, en contra de sus íntimos deseos.
2.3. Teoría de
los rasgos y los tipos
Modelo
jerárquico de personalidad con cuatro niveles de comportamiento:
·
Respuestas específicas. Son conductas que ocurren una vez, como
madrugar.
·
Respuestas habituales. Son conductas regulares de una persona, como
salir de fiesta los fines de semana.
·
Rasgos primarios. Son respuestas habituales que se relacionan entre sí
hasta formar un grupo que define un rasgo; por ejemplo, la sociabilidad o la
impulsividad.
·
Macrorrasgos. Es la organización de los rasgos de forma estable y con
capacidad para hacer predicciones de conducta. Eysenck propuso tres variables
tipológicas: extroversión, neuroticismo y psicoticismo.
Las
dimensiones de la personalidad
La organización psicológica propuesta por
Eysenck es de tipo dimensional, no categorial, es decir, una persona no
pertenece a una u otra tipología, sino que tiene puntuaciones propias en cada
una de las dimensiones tipológicas:
·
Extroversión versus
introversión. Refleja el grado en que una persona
es sociable y participativa en su relación con los demás. A las personas
extrovertidas les gustan las fiestas, tener muchos amigos y relaciones
personales despreocupadas.
·
Estabilidad emocional
versus inestabilidad. Se refiere a la
adaptación del individuo a su ambiente. En un extremo del continuo encontramos
personas tranquilas, sin preocupaciones y con emociones estables, y en el otro
se encuentran los individuos ansiosos, con mal humor e inestabilidad emocional
(neuróticos).
·
Psicoticismo. Este
factor corresponde a un individuo solitario e inseguro, despreocupado de los
demás, que puede llegar a ser insensible e inhumano. En este tipo de rasgo se
pueden incluir conductas antisociales y excéntricas.
Los «cinco
grandes» rasgos de la personalidad
Las cinco dimensiones
básicas de la personalidad son:
·
Neuroticismo/Estabilidad emocional. Expone el grado en que una persona
manifiesta ansiedad, es incapaz de controlar sus impulsos y experimenta
emociones negativas, como la tristeza, la culpa o el resentimiento. Los
neuróticos se suelen quejar de todo aunque no les suceda nada grave. En cambio,
las personas con estabilidad emocional viven tranquilas y nada altera su
equilibrio emocional. Son personas resistentes al estrés y seguras de sí
mismas.
·
Extroversión/Introversión. Los extrovertidos son personas amistosas y
afectuosas, a quienes les agrada divertirse y tener muchas relaciones sociales.
Los introvertidos son personas reservadas, a quienes les gustar estar a solas y
volcarse en su vida interior.
·
Amabilidad. Describe en qué medida las personas son afables o
irritables, confiadas o desconfiadas y envidiosas. Este rasgo refleja la
tendencia de los seres humanos a tener unas relaciones amistosas u hostiles.
·
Responsabilidad. Es la capacidad de controlar los impulsos y la
voluntad de imponerse unas metas y objetivos. Las personas con alta puntuación
en este rasgo son responsables, honestas, con principios morales y alta
motivación de logro.
·
Apertura a la experiencia. Describe en qué medida las personas son
curiosas, imaginativas y creativas, valoran las artes y la cultura; o, por el
contrario, son conformistas, carentes de imaginación y sin interés por tener
nuevas experiencias.
La teoría humanista de C. Rogers
La psicología
humanista sostiene que la vida es un proceso dinámico y cada persona puede
desarrollar sus competencias personales e interpersonales. Una persona integral
asume su experiencia con sus capacidades y limitaciones y tiene estas
características: deja de utilizar fachadas externas, renuncia a las
obligaciones sociales no asumidas, su objetivo no es satisfacer a los demás,
acepta a los demás con sus limitaciones y tiene coherencia interna y un
proyecto vital.
Rogers reconoció que
la conducta de la persona está condicionada por su constitución biológica, las
fuerzas sociales y las experiencias pasadas, pero además defendió la libertad
personal: «Yo soy el único responsable de mis propias acciones y sus
consecuencias»
El concepto de sí mismo es crucial en
la teoría de Rogers. Consiste en la configuración organizada de percepciones
conscientes, valores e ideales que conforman la imagen personal. La función del
sí mismo es simbolizar la experiencia, tomar conciencia de la realidad. El sí
mismo real (o autoconcepto), cómo somos en realidad, es diferente del sí mismo
ideal, aquello que nos gustaría ser.
La teoría
del aprendizaje social
A. Bandura reconoce
la importancia del ambiente social para el desarrollo de la personalidad y es
partidario del determinismo recíproco, es decir, que el mundo y el
comportamiento de una persona se condicionan mutuamente.
Bandura considera que
la personalidad es una interacción de tres elementos: el ambiente, el
comportamiento y los procesos psicológicos de las personas (imaginación y
lenguaje). Y señala que la personalidad depende de los modelos que vemos y de
lo que otros afirman sobre el modo de ser social.
Rotter introduce en la
psicología de la personalidad cuatro conceptos relevantes: el «potencial
conductual», el «valor del refuerzo», las «expectativas» y la «situación
psicológica».
El potencial
conductual (PC) es la probabilidad de que una conducta específica suceda
en una situación determinada. Para Rotter, la conducta engloba distintas
respuestas, como movimientos, expresiones verbales o reacciones cognitivas y
emocionales. El potencial conductual surge en función de la expectativa del
refuerzo que seguirá a la conducta y del valor del refuerzo que tenga para el
sujeto. Podemos predecir la conducta si multiplicamos la expectativa de la
recompensa por su valor.
El valor del
refuerzo (VR) es la preferencia subjetiva que mostramos por ciertos
refuerzos frente a otros. Si ayudamos a pintar la casa de nuestro vecino,
podemos conformarnos con su agradecimiento verbal o exigir una recompensa
monetaria.
La expectativa
(E) es la probabilidad de obtener un refuerzo realizando una conducta
determinada. Las expectativas se basan en la experiencia previa de cada sujeto
y destacan dos tipos:
·
Expectativa interna: creer que la obtención de metas y objetivos
depende de las propias acciones.
·
Expectativa externa: creer que los acontecimientos están fuera de
nuestro control. Si una persona cree que no hay conexión entre su conducta y la
recompensa, no se esforzará por conseguirla.
La situación psicológica depende de cómo cada persona percibe e interpreta la
etapa que vive. La importancia de la situación queda plasmada por la capacidad
del individuo para adaptarse a los cambios ambientales, discriminar unas circunstancias
de otras y evaluar las consecuencias de sus actos.
Evaluación de la personalidad
La evaluación de la personalidad consiste
en estimar qué tipo de características, rasgos o formas de ser posee un
individuo, valorar si esos rasgos le hacen apto o no para realizar ciertos
trabajos, o para hacer un diagnóstico, conocer si una persona es obsesiva o
narcisista.
Los psicólogos analizan la personalidad por
diversos motivos: saber cómo son las personas para establecer diferencias
individuales y para realizar un estudio terapéutico en la investigación de la
personalidad. Los procedimientos más extendidos en la evaluación de la
personalidad son las pruebas verbales, las entrevistas, los cuestionarios o las
escalas.
Tradicionalmente los psicólogos de la
personalidad han seguido dos enfoques:
·
El enfoque clínico es
cualitativo, utiliza pruebas proyectivas y formula hipótesis sobre la
estructura y los procesos de personalidad. Los cuestionarios clínicos no deben
ser utilizados para la selección de personal.
·
El enfoque psicométrico es,
en cambio, cuantitativo, utiliza cuestionarios y mide las dimensiones de la
personalidad con más objetividad. La evaluación de la personalidad se realiza
para establecer las diferencias individuales en un determinado grupo.
Los psicólogos disponen de diversos métodos
de evaluación de la personalidad:
1.
Observación directa. Consiste
en recoger información y registrar, de forma sistemática y estructurada, la
ocurrencia y duración de las conductas espontáneas de algunas personas.
2.
Entrevista clínica. Es
un método que nos permite conocer la experiencia subjetiva de las personas.
Existen entrevistas estructuradas con un guion previo y no estructuradas, y
ambas son utilizadas en la psicoterapia.
3.
Cuestionarios de
personalidad. En estos cuestionarios la persona
contesta a múltiples ítems y selecciona una respuesta a cada ítem entre varias.
4.
Test
proyectivos. Es una prueba
de carácter abierto, en la que el sujeto, a partir de dibujos, manchas de
tinta, palabras u objetos, narra sus historias e interpretaciones. Como los
materiales de estas pruebas no tienen un significado preestablecido, se supone
que cada uno proyecta sus necesidades, sentimientos y otros aspectos de su
personalidad.
TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Theodore Millon y
Roger Davis señalan tres criterios para diferenciar el funcionamiento de la
persona con un trastorno de personalidad:
·
Presenta una estabilidad frágil o una incapacidad de adaptación en
condiciones de estrés; provoca situaciones críticas y percibe la realidad
social de forma distorsionada.
·
Es inflexible desde el punto de vista adaptativo. La persona normal es
flexible respecto al papel que desempeña, sabe cuándo tomar la iniciativa y modificar
el entorno.
·
Los repertorios patológicos que dominan su vida se repiten como círculos
viciosos, lo que provoca nuevos problemas y la pérdida de oportunidades de
mejorar.
¿Qué características
comunes podemos atribuir a las alteraciones de personalidad?
Las más frecuentes
son:
·
Surgen en todas las culturas y grupos sociales.
·
Son pautas de conducta limitadas y rígidas, que impiden nuevos
aprendizajes.
·
Causan fragilidad emocional en situaciones estresantes.
·
No son desórdenes homogéneos. Cada narcisista, por ejemplo, muestra
diferencias individuales respecto a su grupo.
Diferentes
trastornos de la personalidad
Un trastorno de la
personalidad aparece al final de la adolescencia o al comienzo de la vida
adulta. El modelo de T. Millon define un trastorno en función de la presencia o
ausencia de un grupo de rasgos. Es un patrón de conducta anormal que se
extiende a un grupo de situaciones personales o sociales, produce un malestar
significativo y suele ser de larga duración.
1.
Personalidad antisocial (antes
psicópata). Se trata de un individuo frío, duro e insensible, ambicioso y
agresivo, con baja tolerancia a la frustración. No se inhibe ante el peligro o
el castigo. Descuida los derechos y el bienestar de los demás. Sus patrones
cognitivos son rígidos e inflexibles, evita las emociones tiernas por
considerarlas signos de debilidad.
2.
Personalidad narcisista. Es
presuntuoso, esnob, mimado y explotador. Sobrevalora su importancia personal.
Dirige sus afectos hacia sí mismo más que hacia otros. Espera que los demás
reconozcan su valor único. Quiere ser el centro de atención, es emocionalmente
frágil y se comporta de forma exhibicionista.
3.
Personalidad dependiente. Se
caracteriza por la docilidad. Tiene sensación de falta de ayuda, de apoyo y de
reafirmación, baja autoestima y sentimientos de inferioridad; prefiere
abdicar de la propia responsabilidad y control en los demás. Cuando está
solo, es incapaz de desarrollar una vida constructiva y presenta falta de
habilidades para interactuar en su ambiente.
4.
Personalidad histriónica. Es
superficial, caprichoso y sin empatía. Su conducta es dramática, exagerada y
afectivamente frágil, y sus relaciones interpersonales se caracterizan por la
inmadurez, la seducción y la manipulación.
5.
Personalidad pasiva-agresiva. Personalidad
ambivalente y negativista. Tendencia a ser opositor, no complaciente,
malhumorado, pesimista y quejica. Suele estar descontento y desmoralizar a los
demás. El pasivo-agresivo muestra rápidos cambios de humor, y parece inquieto,
inestable y errático en sus sentimientos.
6.
Personalidad obsesivo-compulsiva. Tiene
tendencia a construir su mundo en términos de reglas y normas, esquemas y
jerarquías. Se relaciona con los demás según su rango y estatus. Los valores
convencionales son las reglas con las que vive. Es afectivamente reprimido,
solemne y serio.
7.
Personalidad por evitación. Se
caracteriza por sentimientos de aislamiento y soledad combinados con temor al
rechazo y la humillación. Es hipersensible, posee baja autoestima y es reacio a
entablar relaciones interpersonales.
8.
Personalidad esquizoide. Consiste
en la incapacidad para percibir el humor o las necesidades de los demás. La
persona esquizoide es insensible y poco comunicativa. Es impreciso sobre sus
metas, indeciso en sus acciones, permanece absorto en sí mismo y está aislado
socialmente. Trabaja calladamente y rara vez atrae la atención de quienes están
en contacto con él.
9.
Personalidad esquizotípica. Tiene
una conducta errática y parece excéntrico y extravagante en sus acciones.
Prefiere el aislamiento social. Su estilo cognitivo es reflexivo y autista; es
incapaz de orientar sus pensamientos de forma lógica. La expresión afectiva es
apática e insensible y suele considerarse a sí mismo desamparado, vacío y sin
sentido de la vida.
10.
Personalidad límite. Puede
parecer impulsivo, desarrolla crisis espontáneas e inesperadas, por lo que su
conducta es impredecible. Se comporta de forma paradójica, aunque necesita el
afecto de los demás, actúa de forma manipuladora y variable.
11.
Personalidad paranoide. Es
la tendencia a estar siempre en guardia y a desconfiar de los demás, combinada
con el deseo de estar libre de relaciones personales íntimas, en las que exista
una pérdida de poder, de independencia y autocontrol. La persona se vuelve
suspicaz, resentida y hostil.
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