DECALOGO SOBRE EL TEMA
La atención selectiva hace que tendamos a enfocarnos en información que refuerza nuestras creencias, lo que facilita la propagación de bulos y fake news.
Los sesgos perceptivos nos predisponen a interpretar la información de acuerdo con nuestras creencias previas, lo cual aumenta la probabilidad de creer en bulos que confirmen esas creencias.
La atención emocional hace que prestemos más atención a noticias sensacionalistas o alarmantes, aumentando la visibilidad de fake news en redes sociales.
La sobreexposición a ciertos temas o noticias, incluso si son falsos, puede afectar nuestra percepción y hacer que consideremos esa información como más creíble.
La atención dirigida por el entorno hace que los titulares impactantes llamen nuestra atención, y aunque la información sea falsa, nuestra percepción de su importancia puede aumentar.
Los bulos y fake news aprovechan la atención dividida en redes sociales, donde la gente procesa información rápidamente y sin analizarla a fondo, favoreciendo la difusión de noticias falsas.
La atención focalizada en ciertos detalles o imágenes emotivas en un bulo puede distorsionar nuestra percepción de los hechos, haciéndolos parecer más reales o importantes.
Las noticias falsas pueden captar nuestra atención debido a su novedad o rareza, lo que puede hacer que los recordemos mejor que la información veraz y los percibamos como verídicos.
La atención selectiva en redes sociales puede sesgar nuestra percepción, ya que los algoritmos tienden a mostrarnos información similar a lo que ya creemos, incluyendo bulos o fake news.
La percepción distorsionada de credibilidad de ciertos medios o fuentes que frecuentamos afecta nuestra atención, haciendo que demos más crédito a información de esos lugares aunque sea falsa.
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